Estrategia chilena del litio concita más críticas que loas.
Desde acusaciones por relegar al sector privado a un segundo plano, hasta tildar su recién anunciada política como ‘una locura extractivista’, distintos sectores chilenos no parecieron valorar bien el anuncio de una empresa nacional del litio como pilar para la explotación de este mineral en Chile. “Podría alejar capitales”, dice un analista internacional de metales.
unque su discurso televisado del jueves por la noche aludió a comunidades, a la biodiversidad, a la participación de privados y tuvo hasta una mención a la historia del cobre chileno, la estrategia nacional de litio que presentó el mandatario chileno Gabriel Boric este viernes solo ha causado inestabilidad en el ambiente económico local.
Desde las Ruinas de Huanchaca, en Antofagasta, el mandatario afirmaba que “el litio nos presenta una gran oportunidad para el desarrollo que no podemos desaprovechar y tenemos que hacerlo distinto a como lo hemos hecho antes”, agregando que, “hemos definido que el Estado esté presente en todo el ciclo productivo del litio. Y, por eso, vamos a enviar al Parlamento, después del proceso participativo, el proyecto de ley para crear una Empresa Nacional del Litio y el Comité Corfo del Litio y Salares asegurando, también, su sustentabilidad en el mediano y largo plazo”.
Pero en la capital era otro el clima.
Desde la mañana en la Bolsa de Santiago las acciones de la minera SQM, ligada al empresario chileno Ponce Lerou y con capitales chinos, mediante Tianqi, se fueron a rojo: cerca de las 11:00 horas los papeles de SQM-B mostraban una variación de -9,14%, evidenciando uno de los peores desempeños en la sesión de este viernes. A las 16 hrs. EMT estaban en US$ 63,44 -versus US$ 77,91 del jueves- una baja del 14,47%.
Horas más tarde, la empresa emitió una declaración en inglés para sus accionistas, en la cual indica que aún analizan el anuncio del gobierno y mantienen comunicación cercana con Corfo.
“Esperamos que este anuncio sea capaz de impulsar la expansión de la producción de litio en Chile, permitiendo al país tomar ventaja de las favorables condiciones globales de la demanda por este metal”, indicó la firma en su comunicado, para luego recordar que durante los últimos 25 años SQM es un big player del sector litio global.
“La experiencia de SQM le ha permitido a Chile ser un líder global en la industria del litio, cumpliendo con estándares de alta calidad, valor agregado y sustentabilidad. Los químicos de litio que produce SQM tienen las menores huellas hídricas y de carbono de toda la industria en el mundo”, reafirman en su comunicado.
“En SQM esperamos ser parte de este diálogo y conversación que ahora se inicia”, finalizan.
¿SE IRÁN LOS CAPITALES?
Internacionalmente, el analista de metales Chris Berry explicó que es frecuente con los ciclos de precios de los commodities que los altos precios atraigan mucha atención de parte de los Estados, como es el caso con el gobierno chileno.
“Podríamos llamar a esto ‘nacionalismo de recursos’ en un sentido tradicional, pero de la forma en que las declaraciones del presidente Boric se comprenden, parecer ser que su administración intentará trabajar con todos los stakeholders de la cadena de suministro del litio, desde los mineros hasta las poblaciones locales, para trabajar colectivamente para mantener la porción de mercado de Chile en el mercado global, que crece de forma robusta”, detalla Berry a AméricaEconomía.
Si bien Berry valoró como interesante la intención de usar las mejores tecnologías de extracción de litio, de modo de ser una industria limpia –hoy el consumo hídrico en la extracción y procesamiento del litio es excesivamente alto y el daño a los ecosistemas es en muchos casos irreversible– “Esta tecnología [de extracción directa de litio] no se comercializa aún a escala industrial, así que existe un riesgo”, señaló.
De todos modos, el giro tomado por el gobierno chileno para nacionalizar parcialmente el litio no es una sorpresa para Berry.
“Es indicativo de un giro hacia la izquierda del clima político de Sudamérica. México es otro ejemplo, aunque no es totalmente comparable”, afirma.
Pero acá es donde Berry pone la nota de cautela para la administración Boric: “El capital extranjero se mueve y viaja hacia donde es tratado bien. Si bien es muy temprano para opinar, si el gobierno chileno exagera con esto, existe un riesgo de que el capital extranjero termine desplazándose hacia otras jurisdicciones”, advierte.
¿GOBIERNO ECOLOGISTA?
Para el sector ambientalista chileno, el gobierno de Boric está dando señales desconcertantes.
Las quejas se refieren a que cuando estaban en campaña, se autocatalogaron de ‘ecologistas’ para ganar la elección. “Y después de ejercer solo un año, apoya decididamente la megaminería”, indica a AméricaEconomía Juan Pablo Orrego, director de la ONG Ecosistemas, aludiendo a un fallo esta semana que autorizó una inversión minera de Anglo American en la capital chilena y que desató la furia ambientalista local.
“Luego, fomenta la explotación del litio en el Norte Grande, en ecosistemas de alta fragilidad ambiental y alta significancia cultural para las comunidades Lickanantai. Esto acentúa el clima de desconfianza generalizada en nuestro país, ante la impronta brutal del extractivismo neocolonial impuesto a lo largo de Chile, que tiene numerosas zonas y regiones en una situación de degradación severa provocada por la invasión industrial, las extracciones masivas de agua, contaminación, y empobrecimiento social”, lamenta Orrego.
Y es que la política del litio está pensada desde dos dimensiones, opina la politóloga chilena Pamela Poo: “la primera desde la presión internacional por recursos naturales para dar continuidad a la transición energética que no está siendo justa, ya que se le impone al sur global el aumentar la frontera de extracción y una segunda dimensión desde una lógica nacional en donde se busca a través del extractivismo generar el anhelado desarrollo, el cual nuevamente amenaza los ecosistemas y la biodiversidad de nuestro país, cuando se pretende explotar el 70% de estos. Lo anterior, profundizará la crisis climática y ecológica, ya que se continua con lógicas de siglo XX, para abordar una problemática del siglo XXI”, detalla a AméricaEconomía.
Y respecto de la ‘colaboración virtuosa público-privada´ mencionada en la Política Nacional del Litio, el ecólogo Juan pablo Orrego Orrego afirma que tal cosa no se ha visto aún en Chile.
“¿La inventarán en torno a la explotación del litio’?”, se pregunta Orrego. “Algo que se promueve como sustentable por el método de extracción directa con reinyección de salmuera, que es una tecnología experimental; no se sabe cómo reaccionará cada salar, laguna o ecosistema salino ante la reinyección de salmueras con características químicas diferentes a las originales. Es altamente preocupante que las autoridades y empresas pretendan ahora aprovechar la vulnerabilidad de las comunidades locales, que han sufrido desde hace más de un siglo los estragos de la minería del cobre, liderada por la estatal Codelco, para que estas se allanen a sufrir ahora esta nueva forma de extractivismo ‘pintado de verde’ a cambio de magras compensaciones estrechamente focalizadas”, remata.
LITIO: MITOS Y VERDADES
El chileno Jaime Alee, Presidente de ESK market intelligence consulting, indicó a AméricaEconomía que en torno al litio aún existen muchos mitos que deben ser derribados. Comenzando por equipararlo al rol que tiene para Chile el cobre
Alee detalla que hace apenas 5 años la tonelada de Litio estaba a US$ 7.000, con 100.000 toneladas aproximadas de ventas, [por los que] Chile recibía unos US$ 700 millones y el Fisco unos US$ 300 millones.
“Si se comparaba con la exportación de frutas, salmones, vinos, estas cifras eran insignificantes. Por una situación circunstancial debido al COVID, extrema liquidez y muchos subsidios a la compra de autos eléctricos en el primer mundo el 2020, el 2021 se duplicó la demanda de estos vehículos y por tanto ello creo un cuello de botella en la fabricación de baterías y por tanto de Litio. El precio spot del Litio llegó a US$ 70. 000… Chile había duplicado, casualmente su producción, con lo que el año 2022 Chile vendió 20 veces lo del 2019, es decir unos US$ 14.000 millones, recibiendo el Fisco unos US$ 6.000 millones. Obviamente esto fue como sacarse la lotería y no durará mucho”, aclara.
Alee estima que el precio tendencial será de US$ 10.000 por lo que Chile llegaría a vender unos US$ 1.500 al año, considerando el aumento global de la producción y la normalización de la demanda. “Por lo tanto, no hay ninguna posibilidad que el Litio sustituya al cobre como fuente de ingresos al país”, indica.
El otro mito que busca derribar es que es posible agregarle valor agregado al litio.
“El famoso cuadro de CORFO que muestra que si nosotros fabricáramos autos Eléctricos seríamos ricos, es tan absurdo como decir que si Costa de Marfil vendiera chocolates en vez de cacao, serían como Francia o Bélgica. No tiene sentido y es absurdo decir que existe una cadena de valor del Litio más allá del mismo, por ejemplo, una batería, donde el Litio representa menos del 5% del valor. Es como si por vender sal debiéramos pensar en vender ensaladas”, lamenta.
Y a continuación agrega: “Chile es el único país del mundo que vende todo su Litio en calidad 99,9%, grado baterías. Es el máximo valor posible del producto. Más allá de ello, no es minería, es otra industria”.
Alee a continuación pone en duda todos los argumentos asociados con las llamadas cadena de valor del litio. “Los chinos y otros países solo están interesados en la explotación del Litio como materia prima. Nunca apoyar con tecnología para la mal denominada ‘cadena de valor’. La ofrecen, pero es para aumentar el sabor de la oferta, aunque no les interesa para nada y posiblemente sean cuentas de colores”, aclara sin anestesia.
Sobre el rol del Estado con privados es más crítico todavía. Su cálculo es que, si Chile actualmente tuviera el Litio bajo una empresa estatal con un exagerado 90% del Control, y que fuere socio hoy con SQM, por ejemplo, “Dicha sociedad estatal hubiera entregado el 2022 al Fisco solo unos US$ 1.600 millones en vez de US$ 5.000 millones por año. En ese caso el Estado debería pagar en la proporción de su parte los costos de operación de la empresa estatal, cuestión que hoy no hace. Esto es porque el contrato de la empresa con CORFO la obliga a entregar el 50% aproximado de las ventas no de las utilidades, como sería en el caso que fuera una empresa conjunta. Es decir, sería un pésimo negocio para el país cambiar el modelo actual y un excelente negocio para la empresa privada”, enumera.
Así las cosas, considera que Chile, inevitablemente, bajará su proporción mundial en la industria del litio “y pasará a ser insignificante en el futuro, a menos que tenga hoy una decisión agresiva y libere el crecimiento”.
¿QUÉ CRITICA EL SECTOR PRIVADO?
Desde la vereda empresarial, Richard von Appen, el presidente de SOFOFA emitió una declaración púbica temprano la mañana del viernes, indicando que “no entendemos esta señal de desconfianza, relegando al sector privado a un segundo plano, cuando estamos de acuerdo en la importancia de la cooperación pública privada y el rol del sector privado en el desarrollo del país”
El líder empresarial vinculó la propuesta con el clima de inseguridad que sufre el país, recordando que se trata de momentos en que se necesitan “reconstruir las confianzas entre todos los actores de la sociedad y especialmente entre el Estado y el sector privado y así fortalecer la cooperación público-privada para resolver los desafíos que tiene nuestro país, el gobierno propone relegar inexplicablemente a un segundo plano al sector privado en el desarrollo de la industria del litio, la cual presenta enormes oportunidades para el desarrollo de nuestro país”.
Para con Appen, los roles del sector privado y del Estado son complementarios, tal como ocurre en la industria del cobre y otras, donde conviven Codelco y las empresas mineras privadas, promoviendo exitosamente la competencia y la innovación de todos los actores.
“No hay razón para no replicar ese modelo en la industria del litio, con los matices y ajustes que se puedan acordar. Esperamos que el gobierno rectifique esta política para reestablecer la confianza del sector privado y por el bien de Chile y su gente (…) No hay que obviar que la explotación de litio es una carrera internacional, y que no nos conviene atrasarnos. Es importante proteger la competitividad de Chile en esta y otras industrias, por lo que hacer buenas políticas públicas es indispensable”.
Ricardo Mewes, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), en tanto, afirmó que en su gremio quedaron “descolocados” tras escuchar los anuncios que realizó anoche el Mandatario sobre la estrategia nacional para explorar y explotar el litio.
Fuente: América Economia
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